Detrás del Mercado de Atarazanas se encuentra este edificio de bajo con zócalo de piedra y tres plantas de balcones sobre ménsulas separadas por impostas. Tiene seis huecos de fachada de los que se destacan los laterales mediante cierros de obra sobre peanas pseudoelípticas de forma bulbosa, cuyos huecos se separan por pilastras que diferencian las distintas plantas, sobre todo en la zona de las impostas.
Las cristaleras presentan vanos de medio punto, carpanell y adintelado, según las plantas, cubriéndose con vidrios de colores. Los vanos de los balcones son adintelados y se guarnecen en la parte superior con molduraje mixtilíneo sobre ménsulas formando un palmetón y ostentando candelieri. En la segunda planta el guarnecido forma una suave curva que entronca con el modernismo vienés, al igual que en los cierros de esta planta. Tiene rejería de fundición muy sencilla en su diseño.
La portada es adintelada, con embocadura de piedra y motivos agrutescados en el dintel.
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