Medianero con la edificación del anterior artículo, este edificio en esquina con la calle Sebastián Souvirón posee una estructura de bajo y cuatro plantas de balcones. Los vanos, todos adintelados, se disponen en cuatro huecos en la calle de Olózaga, dos en Sebastián Souvirón y uno en el chaflán curvo que une ambas fachadas, con vuelo, pero sin llegar a constituir cubilla.
El bajo conserva su disposición original, con zócalo de piedra y una decoración de remaches incisos, imitando sobre los dinteles un despiece falso. En un extremo se abre la portada, adintelada también y con sencillo guarnecido, y un motivo de tambores horizontales sobre el dintel.
En las plantas superiores, los balcones, de escaso vuelo, son muy sencillos, con rejería de forja. Disponen sobre el dintel panel de cerámica en las plantas interiores y falso despiece de dovelas en la inmediata superior. La última planta a ofrecer la misma decoración de remaches incisos del bajo. El chaflán se resuelve mediente un cierro de obra con ventanas y rejas de hierro, sin decorar y apoyado sobre pares. Remata a la altura de la última planta con balaustrada.
En las plantas superiores, los balcones, de escaso vuelo, son muy sencillos, con rejería de forja. Disponen sobre el dintel panel de cerámica en las plantas interiores y falso despiece de dovelas en la inmediata superior. La última planta a ofrecer la misma decoración de remaches incisos del bajo. El chaflán se resuelve mediente un cierro de obra con ventanas y rejas de hierro, sin decorar y apoyado sobre pares. Remata a la altura de la última planta con balaustrada.
Al igual que su medianero su autoría es desconocida y su fecha de construcción es del primer cuarto del siglo XX.
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