martes, 23 de marzo de 2010

Edificio de viviendas. Marqués de Guadiaro 4









Siguiendo la ruta de la ciudad creada tras las desamortizaciones del siglo XIX, la calle Marqués de Guadiaro se encuentra en el mismo emplazamiento donde estuvo el convento de la Encarnación. Al igual que otras calles realizadas por semejantes vicisitudes presenta un conjunto muy homogéneo y armónico -véanse calles como Luis de Velázquez, Ángel o Duque de la Victoria-.
En concreto, este inmueble destaca por la bella disposición de su fachada y sus múltiples detalles decorativos. Se asienta sobre zócalo de jaspón en el que se abren las ventanas del semisótano que sigue los ejes de las superiores y se ajusta a las tres grandes calles en que se puede dividir la fachada. Predomina tanto en bajo como principal y ático los vanos de perfil curvo que aumentan la ligereza y airosidad del conjunto especialmente gracias a los huecos germinados. El cuerpo central de la fachada presenta tres ejes.

En el bajo destaca la portada centrada con un gran arco de medio punto moldurado, pequeña cartela en el centro y tímpano enrejado y acristalado (elemento que se volverá a repetir en el resto de los vanos arqueados de bajo y principal jugando con la textura de los materiales y colorido del vidrio). Se flanquea la portada con antepechos arqueados moldurados, con clave con máscara, y bellos balaustres de hierro fundido.

El piso principal presenta triple balconada corrida apoyada en ménsulas y con el mismo diseño de balaustres. Estos huecos presentan la misma decoración que la del bajo pero incrementada ya que las enjutas muestran elementos vegetales y los vanos aparecen separados por pilastras cajeadas con capiteles corintios y con elementos florales en el fuste, jugando con la bicromía frente al paramento. Este cuerpo central marca su diferencia con los laterales y éstos a su vez con el extremo de la fachada, mediante dobles pilastras que en el piso bajo adapta un diseño más austero jugando con el estriado del paramento. Las calles laterales resultan muy airosas ya que presentan en el bajo (apoyado en antepecho con placa recortada) doble vano arqueado separado por columnilla toscana y rematado a modo de alfil por una imposta festoneada.

En el piso superior, el doble hueco arqueado separado por columnilla presenta un antepecho abalaustrado que repite el elemento festoneado de alfil y decoración floral en la enjuta. Una cornisa apoyada en mensulillas con decoración floral coincidiendo con los huecos marca el paso al ático de siete ventanas con dintel ligeramente curvado sin decoración lo que evita el recargamiento del conjunto.

Es reseñable el estado de deterioro que presenta el pavimento de la calle, renovado con unos materiales muy discutibles hace más de una década. Esta situación se está viendo agravada por la utilización de la calle como almacén de las obras colindantes (Rehabilitación del futuro Centro Andaluz del Libro).